¿Los anticonceptivos afectan el deseo sexual?
*Traducción: Carolina Tafur
Comúnmente se cree que los anticonceptivos hormonales disminuyen el deseo sexual de una persona al bajar sus niveles de testosterona o al hacer creer al cuerpo que se encuentra en embarazo.
Es posible que médicos o el proveedor de servicios de salud diga que los anticonceptivos hormonales usualmente no afectan tu libido.
Por qué es complicado
Esta es una pregunta difícil de responder. Estudiar el sexo, la libido (el deseo sexual) y el placer sexual es difícil. Nuestro deseo y placer sexual están influenciados por nuestra fisiología, psicología, expectativas sociales y las interacciones entre estos ámbitos. Además, aún no entendemos muy bien la anatomía sexual femenina o el orgasmo femenino.
Hay muchos estudios que hablan sobre el sexo y los anticonceptivos hormonales, pero no hay un consenso (como especie, hemos ido a la luna, pero todavía no nos hemos puesto de acuerdo sobre la existencia del punto G). No obstante, deberías tener en cuenta lo siguiente.
Cuando usas un anticonceptivo hormonal o un dispositivo intrauterino (DIU), tu experiencia sexual se puede ver afectada de manera positiva o negativa por:
tu fisiología subyacente, como los niveles de las hormonas, y tu sensibilidad a los cambios en estos niveles
el tipo y niveles de hormonas en tu método anticonceptivo
cómo un método anticonceptivo en particular afecta la producción de hormonas (¿suprime la ovulación?)
tus expectativas culturales sobre el sexo y el placer sexual
tu(s) pareja(s), tu(s) relación(es) de pareja y la opinión de tu(s) pareja(s) sobre los métodos anticonceptivos
el tipo de sexo que disfrutas
cómo te sientes acerca de los efectos positivos de los anticonceptivos hormonales
el nivel de importancia que confieres a los efectos negativos de los anticonceptivos
cómo te sientes acerca del riesgo que implica tener relaciones sexuales sin protección (p. ej. un embarazo no deseado o infecciones de transmisión sexual) (1,2).
Hay maneras específicas en las que las categorías anteriormente mencionadas pueden afectar el sexo. Los investigadores y profesionales de la salud dividen las quejas sexuales en cuatro categorías principales:
Deseo (o libido), que se refiere al interés en las relaciones sexuales
Excitación, que se refiere a los cambios físicos, tales como la lubricación, y los cambios emocionales que experimentan las personas cuando piensan en tener relaciones sexuales
Orgasmo/satisfacción
Dolor físico (3-6)
Cuando tomes decisiones sobre un método anticonceptivo, es importante que pienses qué factores priman en una experiencia sexual buena y cuáles consideras menos importantes.
Si un método anticonceptivo disminuye tu deseo sexual o libido, pero mejora tus orgasmos, ¿considerarías el impacto que tiene este método en tu vida sexual como positivo, negativo o neutro?
Si tu método anticonceptivo te causa periodos impredecibles y sensibilidad en los senos, pero te protege casi al 100% contra embarazos indeseados, ¿pesarían más los pros que los contras en tu opinión?
Aquí no podemos abarcar todos los efectos de cada método anticonceptivo, pero estos son algunos aspectos que puedes tener en cuenta cuando leas la investigación expuesta a continuación.
Adicionalmente, si, de acuerdo con los estudios, un método “en promedio” no afecta la vida sexual de las personas, puede que algunas personas sí experimenten mejoras o perjuicios en su vida sexual. La experiencia “promedio” no es la experiencia de todo el mundo.
Usar una aplicación como Clue para hacerle seguimiento a tu método anticonceptivo y a tus síntomas, puede ayudarte a comunicar tus necesidades a un proveedor de servicios médicos.
Esto dice la investigación sobre cada tipo de método anticonceptivo.
Los anticonceptivos hormonales combinados y el sexo
Los anticonceptivos hormonales combinados (AHCs) son una categoría de métodos para la anticoncepción que incluye la píldora combinada (es decir, los anticonceptivos orales o la píldora), el anillo vaginal y el parche hormonal. Estas formas de anticonceptivos contienen un tipo de estrógeno y una progestina (progesterona sintética). Los AHCs funcionan suprimiendo la ovulación y espesando el moco cervical (7).
La píldora (varias marcas)
Los estudios sobre el efecto que tienen las píldoras combinadas en el desempeño sexual, muestran resultados contradictorios. La mayoría de los estudios muestran que no hay un impacto negativo o de mejora del desempeño sexual entre las personas que toman la píldora (1,2).
En 2013, un análisis de estudios sobre la píldora y la función sexual, publicados desde los años 70, mostró que más de 6 de cada 10 personas que usaban la píldora no tuvieron cambios en la libido; más de 2 de cada 10 personas, reportaron un incremento en la libido; y aproximadamente 1 de cada 10 reportó una disminución de la libido (2).
Las diferentes fórmulas (composiciones químicas) y regímenes (el número de días que una persona toma la píldora de hormonas versus los días sin píldora o con un placebo) pueden tener un impacto en la función sexual (1,2). Los regímenes de píldoras que tienen más días de píldoras con hormonas que la combinación habitual de 21 días de píldoras con hormonas y 7 días de píldoras de placebo, tienden a mejorar la función sexual (1,2). Cantidades más bajas de estrógenos pueden causar más cambios en el deseo sexual que dosis más altas. Esto se conoce como la relación dosis-respuesta.
En el estudio llevado a cabo en 2013, todas las personas que usaban píldoras con la cantidad mínima de estrógenos disponible (15 microgramos), reportaron una disminución en la libido, mientras que las personas que tomaron píldoras con dosis más altas de estrógeno, no reportaron cambios, o reportaron un incremento en la libido (2). El número de personas que usaron píldoras de dosis bajas fue pequeño (solo 140), por lo que es difícil concluir si estos datos se pueden generalizar para todo el mundo.
Algunos estudios han ido más allá del enfoque en la libido.
En 2016, un ensayo clínico aleatorio controlado estudió las diferencias entre las personas que usaron una fórmula de la píldora combinada y las personas que usaron un placebo (es decir, una píldora sin medicamento), con respecto a siete áreas de la función sexual (8). Los investigadores encontraron que las personas que tomaron la píldora reportaron una reducción en el deseo sexual, la excitación y el placer (8).
Sin embargo, la reducción en la excitación y el deseo, no afectaron la cantidad de relaciones sexuales o la calidad de estas. Ambos grupos reportaron alrededor de la misma cantidad de “encuentros sexuales satisfactorios”, así como el mismo puntaje para el orgasmo (8).
Los AHCs pueden afectar negativamente el deseo sexual al reducir los niveles de testosterona en el cuerpo (1,2,8,9). Se piensa que los niveles bajos de testosterona son responsables de la reducción del deseo sexual, pero aún no se entiende con precisión la relación entre la testosterona y el deseo sexual (1,2,9). Las personas con niveles inusualmente altos de testosterona, tales como las personas con SOP, no necesariamente tienen una libido alta (2,10); sin embargo, las personas con una libido constantemente baja pueden beneficiarse de los suplementos de testosterona (2,9,11).
En 2016, un ensayo clínico aleatorio encontró que las personas que usaron la píldora mostraron niveles más bajos de testosterona que al principio del estudio y niveles más bajos que el grupo que tomó un placebo en el estudio de seguimiento (8).
A pesar de esta diferencia, no se asociaron los niveles de testosterona con diferencias en la función sexual (8), sugiriendo que los niveles más bajos de testosterona pueden no tener relación con la diferencia mencionada.
El anillo y el parche
Hay menos estudios del anillo vaginal hormonal y el parche que de la píldora.
Un estudio encontró que las personas que usaban el anillo tenían una propensión tres veces mayor a reportar flujo vaginal y una propensión menor a reportar resequedad vaginal, en comparación con las personas que tomaban la píldora. Tanto las personas que tomaban la píldora, como las personas que usaban el anillo reportaron una mejora en la función sexual, incluyendo buenos puntajes en el placer sexual y el orgasmo, en comparación con las personas que usaban métodos anticonceptivos no-hormonales (12).
En un ensayo clínico aleatorio controlado, donde las personas usaron la píldora combinada o el anillo, ambos grupos reportaron un desempeño sexual más alto de 3 a 6 meses (13).
Un beneficio potencial que tienen en común la píldora, el anillo y el parche, es que los tres se pueden usar para saltarse el periodo (14). Es seguro no tener el periodo cuando se usan anticonceptivos, así que una persona a la que no le guste tener relaciones sexuales durante el periodo, puede usar cualquiera de estos métodos para aumentar el número de días potenciales en los que puede tener relaciones. (Aunque tener relaciones sexuales durante el periodo también es completamente seguro y normal).
El uso prolongado (por ejemplo, paquetes que tienen píldoras de hormonas para 24 días) y el uso continuo (p. ej. paquetes que tienen píldoras para unos meses) de algunos tipos de AHCs, pueden reducir la frecuencia de las migrañas menstruales y los síntomas premenstruales negativos (14), lo cual puede mejorar el estado de ánimo de una persona y, por ende, su vida sexual en general.
Los anticonceptivos de solo progestina y el sexo
La píldora (p. ej. la “minipíldora”)
Las píldoras de solo progestina son píldoras que contienen progestina (y no contienen estrógeno). Funcionan, principalmente, espesando el moco cervical (15).
Muy pocos estudios han investigado la función sexual entre personas que toman píldoras de solo progestina.
En un estudio donde los participantes usaron la píldora combinada, la minipíldora y el anillo vaginal por tres meses cada uno, las personas reportaron un interés sexual más alto durante los tres meses que usaron el anillo vaginal, en comparación con cualquier tipo de píldora (16). Los investigadores también descubrieron que los tres tipos de anticonceptivos afectaron los niveles de testosterona de los participantes. Esta relación depende de la genética, particularmente de la sensibilidad de los receptores de andrógenos (las proteínas en las células que “identifican” a los andrógenos) en cada participante (la testosterona es un tipo de andrógeno) (16).
En un estudio que incluyó participantes de Escocia y Filipinas, la píldora de solo progestina no tuvo un impacto en el interés o la actividad sexual después de cuatro meses, en comparación con un placebo (17). Curiosamente, la píldora combinada tuvo un impacto negativo en el sexo para los participantes de Escocia, pero no para los participantes de Filipinas (17), sugiriendo que la fisiología y/o las experiencias socioculturales pueden incidir en la aceptación de un método anticonceptivo.
La inyección (p. ej. Depo-Provera)
La inyección anticonceptiva de solo progestina o “la inyección”, también conocida por sus nombres comerciales Depo-Provera/DMPA y Noristerat, es un método anticonceptivo que contiene solo progestina. Se suministra como una inyección cada 8 o 12 semanas, dependiendo del tipo. Este método funciona suprimiendo la ovulación y espesando el moco cervical (15).
No hay mucha investigación sobre el impacto de los anticonceptivos inyectables en el deseo sexual.
Un estudio en Estados Unidos encontró que después de seis meses de uso, las personas que usaban DMPA eran de 2 a 3 veces más propensas a reportar una “falta de interés en el sexo”, que las personas que usaban un DIU sin hormonas (18).
En un estudio hecho en Kenia, alrededor de 1 de cada 10 personas que usaban DMPA reportaron una “reducción en la libido” durante los seis meses de uso (19) y 2 de cada 15 personas que dejaron de usar la DMPA, reportaron una reducción en la libido (19).
Sin embargo, la DMPA no tiene un efecto negativo en todas las personas.
En el estudio que se hizo en Kenia, no se encontró un cambio promedio en el “interés sexual” o la “excitación”, y los puntajes promedio para “placer” y “orgasmo”, subieron (19). (No obstante, cabe aclarar, que no se sabe con certeza si estos puntajes incluyen los puntajes de las personas que suspendieron el estudio antes de seis meses. Al excluir a estas personas, los puntajes mejoran).
Otro estudio hecho en adolescentes de 14 a 17 años de edad, no encontró diferencias en el interés sexual reportado por las personas que usaban DMPA, píldoras combinadas y aquellas que no usaban métodos anticonceptivos hormonales (20). Un estudio realizado en adultos llegó a conclusiones similares (21).
Uno de los beneficios de la inyección que puede tener un impacto positivo en la vida sexual de una persona es que no requiere tomar una píldora todos los días o usar un condón para prevenir un embarazo: solo es necesario pensar en el método anticonceptivo cada 8 a 12 semanas. La inyección también puede reducir el sangrado y las migrañas (14), lo cual puede aumentar el número de días en los que la persona quiera tener relaciones sexuales.
El implante (p. ej. Nexplanon)
El implante anticonceptivo (p. ej. Implanon y Nexplanon), es un dispositivo que contiene solo progestina y se pone en el brazo. El implante funciona suprimiendo la ovulación y espesando el moco cervical (22). Dura hasta tres años pero se puede quitar antes de cuatro años, si así se desea.
Menos de 1 de cada 20 personas que usan el implante reportan una disminución en la libido, aunque estas cifras pueden variar (23-27).
En un estudio, más personas con implantes reportaron una pérdida de interés en el sexo, que las personas con un DIU de cobre (18). A pesar de esto, pocas personas dejan de usar el implante debido a la pérdida del deseo sexual (23-28).
Un estudio muestra una mejora en la función sexual en general y un aumento en la satisfacción sexual después de 3 a 6 meses con el implante (28). Esto da a entender que el implante puede afectar de manera negativa la vida sexual de un número pequeño de usuarios, pero para la mayoría, la vida sexual mejora o no cambia.
El implante puede mejorar la vida sexual de una persona al reducir el estrés que causa tener que preocuparse por un embarazo no deseado. El implante es el método anticonceptivo más efectivo (29), con solo 1 persona entre 2000, que queda en embarazo durante el primer año de uso. El implante también tiende a reducir el dolor menstrual (14).
Los DIUs hormonales y de cobre
Hay dos tipos de DIUs: hormonal y de cobre. Los DIUs hormonales (p. ej. Mirena, Kylena y Lilleta) liberan una progestina que espesa el moco cervical y a veces suprime la ovulación (22). El DIU de cobre (p. ej. Paragard) interfiere con la función del esperma (22).
Ambos dispositivos se insertan en el útero y pueden durar de 3 a 10 años, dependiendo de cada dispositivo. Un DIU puede retirarse en cualquier momento, si la persona ya no desea usarlo.
En general, las personas que usan DIUs hormonales y de cobre reportan que su método anticonceptivo no afecta ni mejora su satisfacción sexual (30-33).
Un estudio encontró que 9 de cada 10 personas con cualquier tipo de DIU no reportaron ningún cambio en la libido, y 3 de cada 10 reportaron un incremento en la espontaneidad sexual (30).
También se ha asociado el DIU hormonal a un mayor deseo sexual, menor dolor sexual y niveles más bajos de disfunción sexual, en comparación con la función sexual anterior al uso del DIU, o en comparación con personas que no usan anticonceptivos (31,32).
Así como el implante o la inyección, los DIUs son una excelente opción para aquellas personas que no quieren tener que pensar en un anticonceptivo a diario. Los DIUs también son uno de los métodos anticonceptivos más efectivos. Solo 1 de cada 500 personas queda en embarazo después de 1 año de usar un DIU hormonal, y 4 de cada 500, quedan en embarazo después de 1 año de usar un DIU de cobre (29). Aunque las personas con un DIU hormonal pueden experimentar inicialmente sangrados prolongados o anormales, el DIU hormonal tiende a reducir el sangrado y el dolor menstruales después de unos meses de uso (14), lo cual puede mejorar la experiencia sexual de la persona.
¿Qué debes hacer si piensas que tu método anticonceptivo está afectando de manera negativa tu vida sexual?
Escoger un método anticonceptivo no es un compromiso para toda la vida. Incluso si decides usar un implante o un DIU, puedes hacértelos quitar antes de que caduquen.
Si, de lo contrario, estás feliz con tu método, puede que quieras pensar si hay otras cosas en tu vida que puedan estar causando cambios en tu función sexual, como el estrés o la(s) relación(es) con tu(s) pareja(s). Si apenas estás comenzando a usar un método anticonceptivo, considera esperar algunos meses para ver si tu cuerpo se ajusta al nuevo método. No obstante, dejar de usar un método anticonceptivo es tu decisión y solo tuya. No tienes que esperar para cambiar a un nuevo método, si no lo deseas.
Si estás usando un método anticonceptivo o no, puedes usar Clue para hacerle seguimiento a tu frecuencia y deseo sexual: hacer seguimiento puede ayudarte a tomar una decisión informada acerca de comenzar, parar o cambiar de método anticonceptivo.