Cómo sucede *realmente* el embarazo
Los detalles que no nos enseñan en el colegio son fascinantes.
*Traducción: Carolina Tafur
Cosas importantes a saber:
Es mucho más que "el espermatozoide llega al óvulo"
Solo una pequeña fracción de los espermatozoides que entran en la vagina llegan a la trompa de Falopio
El óvulo fertilizado tarda de 6 a 12 días en viajar hacia el útero y fijarse ahí, en un proceso que se denomina implantación
Esto es lo que la mayoría de las personas aprendemos acerca de cómo sucede un embarazo:
El espermatozoide llega al óvulo, el óvulo llega al útero y boom: un embarazo.
Si bien esa es la idea general detrás de cómo funciona la concepción, hay muchas cosas que ocurren en el cuerpo de una persona que propician (o a veces dificultan) el embarazo.
Aquí hablaremos sobre lo que las diferentes partes del cuerpo hacen en momentos diferentes en preparación al embarazo, cuando este ocurre debido al coito vaginal (pene en vagina) o a otras formas de inseminación, como la inseminación artificial. Parte de esta información también puede aplicar a la concepción que sucede con la ayuda de tecnologías de reproducción asistida (como la fertilización in vitro (FIV)). Sin embargo, no ahondaremos en este tema aquí.
Prepárate: el cuerpo, los espermatozoides y los óvulos trabajan mucho para lograr un embarazo.
Además, para tu información, mucha de esta información está basada en investigaciones en animales, especialmente aquella que respecta a los eventos que suceden dentro del aparato reproductor. Es posible que parte de esta información cambie en el futuro.
Antes de comenzar
Antes de profundizar en la concepción, debes desempolvar tus conocimientos sobre óvulos y espermatozoides, y cómo funciona la ovulación. La ovulación es el momento en que el ovario libera un óvulo, y es crítica para todo el proceso.
Retomamos en el momento que se acaba la ovulación.
Antes del coito: Cómo se preparan el cérvix y la vagina para el embarazo
El cérvix es lo que conecta la vagina con la cavidad uterina. Tiene glándulas que producen flujo cervical (también conocido como moco cervical), el cual pasa a través de la vagina. Puede que a veces notes el flujo cervical en tu ropa interior o en el papel higiénico cuando te limpias.
Las características del flujo cervical cambian a lo largo del ciclo menstrual (1-3):
Durante y justo después de tu periodo: Es posible que no notes flujo cervical.
Entre el periodo y la ovulación: En la medida que aumentan los niveles de estrógeno, también aumenta el flujo cervical y se vuelve más húmedo, espeso y turbio (2,3).
Alrededor de la ovulación: Con frecuencia el flujo cervical tiene la consistencia de la clara de huevo; es ligero, resbaladizo y elástico (2-4).
¿Por qué importa esto? El resumen, los espermatozoides tienen más facilidad para nadar a través de un moco cervical húmedo y elástico (3,4). Si no hay flujo o este es espeso y pegajoso, los espermatozoides tienen dificultades para atravesar el cérvix (3,4).
El periodo de tiempo entre el momento en que el flujo cervical es ideal para los espermatozoides y la ovulación, se conoce como ventana fértil.
Finalmente, los espermatozoides tienen un impacto sobre la vagina. Normalmente, la vagina es un medio un poco ácido para protegerse contra infecciones por hongos levaduriformes (5). Sin embargo, cuando está expuesta a los espermatozoides, la vagina se torna menos ácida (1,5).
Antes de que lleguen los espermatozoides: Cómo se prepara el útero para el embarazo
Durante tu periodo, el útero desprende el endometrio que había engrosado a lo largo del ciclo menstrual previo. Después del desprendimiento, el endometrio espera que los niveles del estrógeno que se produce en los ovarios, se eleven. El estrógeno hace que el recubrimiento interno del útero se engrose al estimular las células endometriales para que se dividan (2).
Después de la ovulación, el endometrio se prepara para la posible llegada de un óvulo fertilizado. En respuesta a los niveles de progesterona elevados:
las células endometriales dejan de dividirse y comienzan a crecer
el número de arterias aumenta
las contracciones uterinas se interrumpen (2).
Adicionalmente, el aumento en los niveles de progesterona después de la ovulación también envía una señal al endometrio para que libere pequeños sacos de azúcar en el útero con el fin de nutrir al óvulo que viene en camino (2).
Los espermatozoides hacen su mayor esfuerzo
Si una persona tiene relaciones sexuales de pene en vagina sin protección durante su ventana fértil, es probable que cierta cantidad de espermatozoides logre llegar al cérvix e ingresar al útero. (En la inseminación artificial, los espermatozoides se introducen directamente en el cérvix o en el útero para obviar este paso.)
Si bien los espermatozoides usan sus colas para nadar a través del moco cervical en la vagina y el cérvix, de hecho es el útero el que mueve a los espermatozoides cuando se encuentran adentro y hacia la trompa de Falopio (1).
La actividad sexual puede hacer que el cerebro libere la hormona oxitocina (1,6), lo cual a su vez hace que la capa más interna del útero se contraiga e impulse los espermatozoides hacia adelante (1,5,6). El útero también tiene estructuras, que se asemejan a dedos pequeños, llamadas cilios, las cuales ayudan a mover los espermatozoides hacia el óvulo (1).
No obstante, el útero no es un lugar del todo seguro para los espermatozoides.
Los espermatozoides desencadenan una respuesta inmune cuando entran al útero (5). Una vez ingresan, el conteo de glóbulos blancos aumenta y estos comienzan a atacar a los espermatozoides moribundos, aunque también es posible que ataquen los que aún están saludables (1,5).
Adicionalmente, los espermatozoides pueden irse por la trompa de Falopio equivocada. La mayor parte del tiempo, una persona libera solo un óvulo de un ovario; esto significa que solo una trompa de Falopio a la vez contiene ovarios, y algunos espermatozoides pueden irse por el camino equivocado.
Solo una fracción diminuta de los espermatozoides que entraron por la vagina, logran llegar a la trompa de Falopio (5).
La fertilización: La magia ocurre después de que llegan los espermatozoides
La magia tiene lugar en las trompas de Falopio.
Mientras la trompa de Falopio impulsa el óvulo hacia el útero, los cilios direccionan los espermatozoides hacia el óvulo. La progesterona y el estrógeno influyen en este proceso al incrementar el número de cilios y la velocidad a la que estos se mueven (1).
El óvulo y las células circundantes producen un químico que atrae a los espermatozoides (1,7). Los espermatozoides también son atraídos por la temperatura en el extremo ovárico de la trompa de Falopio, que tiende a ser más cálido (1,5).
Cuando viajan por la trompa de Falopio, los espermatozoides adquieren la capacidad de fertilizar el óvulo (1). Estos sufren dos cambios: en la capacitación, cambia su capa externa, mientras que la hiperactivación cambia la forma como se mueve su cola (1,5).
A pesar de haber llegado tan lejos y de los cambios que han sufrido, en este punto los espermatozoides aún tienen trabajo por hacer: para ser más puntuales, deben atravesar las barreras que rodean al óvulo.
Para poder entrar al óvulo, los espermatozoides deben hacer dos cosas:
Atravesar un grupo de células conocido como el cumulus oophorus, que rodea el ovario. Los espermatozoides disuelven estas células con una enzima (1,7).
Atravesar la membrana externa del óvulo. El espermatozoide, esencialmente, digiere y se fusiona con esta membrana usando de una enzima (1,7). Una vez un espermatozoide penetra el óvulo, esta membrana cambia y se vuelve impenetrable para otros espermatozoides (1,7).
Ahora fusionados, el núcleo del espermatozoide (donde se encuentran los cromosomas) entra en la célula ovárica en busca del núcleo del óvulo (1).
Cuando se encuentran, los núcleos del óvulo y del espermatozoide se fusionan y comparten su material genético (1,7).
Si todo sale bien, el óvulo fertilizado se convierte en un cigoto (1,7). El óvulo ahora contiene el material genético necesario para convertirse en una persona.
La implantación: Lo que sucede después de que el óvulo es fertilizado
El óvulo fertilizado tarda de 6 a 12 días en viajar al útero y fijarse, en un proceso que se denomina implantación (1,8). Los cilios direccionan el óvulo hacia el útero (1). El óvulo fecundado debe fijarse en el útero para que el embarazo sea viable.
Mientras viaja camino al útero, el óvulo se divide y forma estructuras diferentes (7).
Cuando es lo suficientemente grande *y* se encuentra en el útero, el óvulo se transforma de cigoto a blastocisto (1).
¿Cuándo comienza oficialmente un embarazo?
Cuando el útero detecta el blastocisto, libera enzimas para disolver la membrana externa del blastocisto.
Una vez desintegrada la barrera, el blastocisto se puede fijar en el endometrio (1).
Es aquí cuando oficialmente se da por iniciado un embarazo.
Es un proceso complicado
Sin embargo, a veces, el óvulo fecundado no logra implantarse.
De cada 10 óvulos fertilizados, entre 4 y 6 no llegarán a la implantación (9,10).
Estas pérdidas, por lo general, no se consideran abortos espontáneos, ya que la mayor parte de los proveedores de servicios médicos consideran que el inicio del embarazo se da en la implantación. Sin embargo, las personas que creen o saben que han perdido un óvulo fertilizado (como las personas que usan tecnologías de reproducción asistida) pueden considerar esto como lo que se entiende tradicionalmente como un aborto espontáneo.
[Hablamos sobre el aborto espontáneo aquí.]
Como puedes ver, este proceso tiene muchos pasos y si uno de ellos no concluye bien, es posible que el embarazo no ocurra.
Algunas veces, el óvulo se implanta en otro lugar, como la trompa de Falopio, y el embarazo resulta siendo inviable. Esto es un embarazo ectópico y se debe tratar como una emergencia médica.
Aunque puede fallar, la frecuencia con la que nuestros cuerpos lo logran es sorprendente.
Artículo publicado originalmente el 29 de junio de 2019.