Cómo encontrar (y sentir) tu cérvix
*Traducción: Carolina Tafur
El cérvix uterino (o cuello uterino) es la parte más baja del útero. Es un pasaje estrecho que conecta la vagina con la cavidad uterina, y mide alrededor de 1–1.5 pulgadas or 2.5–3.8 cm (1). En latín, cervix uteri significa "el cuello del útero". En la vagina, el cérvix se ve como una O carnosa y suave, de alrededor de una pulgada o 2.5 cm de diámetro, con una abertura en la mitad, similar a unos labios fruncidos.
Tu cérvix hace mucho por ti: mantiene las bacterias indeseadas y los virus fuera del útero, se abre y se cierra para permitir el paso de los espermatozoides y la sangre menstrual, produce su propia lubricación y crea su propio tapón (llamado tapón mucoso) si quedas en embarazo. Así como la vagina y el clítoris, el cérvix también posee vías nerviosas que tienen un papel importante en la respuesta sexual (6).
La forma como tu cérvix se siente al tacto cambia a lo largo de tu ciclo menstrual. Su posición en la cavidad abdominal también puede cambiar* (2–5). Estos cambios suceden en respuesta a las variaciones hormonales que facilitan el proceso ovulatorio. Por ejemplo, la consistencia del flujo cervical puede cambiar en respuesta al encogimiento de algunos ligamentos pélvicos alrededor del tiempo de la ovulación (7, 8).
Haz seguimiento en Clue de todo sobre tu vagina: sangrados, sexo, anticoncepción y secreciones.
Alrededor del tiempo de la ovulación, el cérvix es suave (como el lóbulo de tu oreja), está ligeramente abierto y puede ubicarse arriba en tu abdomen. En otras ocasiones es más firme (como la punta de tu nariz), está fuertemente sellado y puede ubicarse en la parte baja del abdomen (2–5). Los cambios en la posición del cérvix pueden afectar la forma como sientes ciertas posiciones sexuales o un examen pélvico en diferentes momentos del ciclo.
Es posible que sientas curiosidad sobre dónde está y cómo se siente tu propio cérvix en diferentes momentos de tu ciclo, si nunca lo has sentido.
A continuación encontrarás una guía paso a paso para encontrar tu cérvix:
Comienza en un momento que tu cérvix se encuentre más abajo y sea de más fácil alcance (antes o después de la menstruación, por ejemplo).
Lávate bien las manos, hasta debajo de tus uñas.
Siéntate en cuclillas o pon un pie sobre la tapa del inodoro o el borde de la bañera.
Con la palma de tu mano hacia arriba, introduce tu dedo más largo en tu vagina (puedes ayudarte con un lubricante).
Busca un círculo en relieve con un hoyuelo en la mitad, que probablemente se encuentra en la parte superior de la pared vaginal frontal (más cerca de tu ombligo que de tu espalda) (1, 5).
Palpar tu cérvix a diferentes intervalos a lo largo de un ciclo o dos te puede dar una mejor idea de cómo cambia en tu caso.
La mayoría de las personas no saben esto hasta que están intentando quedar en embarazo y usan la posición del cérvix como señal de que la ovulación o los días fértiles se aproximan (a veces la posición del cérvix se usa en conjunto con otras medidas como la toma de la temperatura basal en los métodos de observación de la fertilidad). Pero conocer los cambios en tu cérvix te puede ayudar a entender mejor tu cuerpo, lo cual es útil para más que solo el embarazo.
Una vez conozcas bien tu cérvix, la idea de mantenerlo saludable puede parecer menos abstracta. Puedes velar por la salud de tu cérvix:
Haciéndote vacunar contra el VPH, si puedes hacerlo.
Haciéndote citologías vaginales regularmente
Usando métodos de barrera (como condones y barreras dentales) durante las relaciones sexuales.
El cáncer de cuello uterino llegó a ser, en algún momento, una de las principales causas de muerte entre las personas en edad reproductiva en los Estados Unidos. Esta tasa de mortalidad se ha reducido significativamente en décadas recientes, en gran parte debido a los exámenes cervicales y procedimientos preventivos (9). Hacer monitoreo depende de ti. La mayoría de los casos de infección y cáncer de cuello uterino se deben a infecciones de dos cepas del virus del papiloma humano (VPH tipos 16 y 18) que no reciben tratamiento oportuno. El VPH es la enfermedad de transmisión sexual con mayor tasa de contagio (10).
¿Ya conoces bien tu cérvix? Danos a conocer tu experiencia o si tienes alguna pregunta. Si quieres dar el siguiente paso en tu exploración cervical, puedes pedirle a tu doctor(a) que te muestre tu cérvix en un espejo la próxima vez que tengas un examen pélvico. También puedes evocar las fiestas de auto-exploración de los años 70, usando tus propios espéculos en casa.
*Son pocas las investigaciones que exploran el cambio de posición del cérvix en el abdomen a lo largo del ciclo menstrual. El fenómeno del cambio de posición cervical se trata principalmente en la literatura sobre observación de la fertilidad (5). Este material es consistente en sus observaciones, pero es de carácter mayoritariamente anecdótico.