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Lo que tu corazón puede decirte sobre tu ciclo menstrual
Cómo fluctúan tu frecuencia cardíaca en reposo y tu variabilidad cardíaca durante el ciclo — y qué revela eso
Tu corazón ofrece más información que solo la velocidad a la que late. La frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca son dos señales fisiológicas (también conocidas como datos biométricos) que proporcionan información sobre tu estrés, recuperación, estado físico y salud hormonal.
A medida que los dispositivos portátiles se convierten en parte de la vida cotidiana, el seguimiento de estas métricas es más fácil que nunca. Pero, ¿qué significan realmente y qué pueden decirte sobre tu ciclo menstrual?
¿Qué es la frecuencia cardíaca en reposo?
La frecuencia cardíaca en reposo es el número de latidos por minuto que da tu corazón cuando estás completamente en reposo (1). Normalmente se mide durante la noche o a primera hora de la mañana. La mayoría de los adultos tienen una frecuencia cardíaca en reposo de entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm), pero los atletas y las personas muy en forma pueden tener una frecuencia más baja (1).
Tu frecuencia cardíaca puede variar a diario. Tiende a aumentar con el estrés, las enfermedades, la deshidratación o la falta de sueño (2-4). Una frecuencia cardíaca en reposo más alta puede significar que tu cuerpo está trabajando más de lo habitual (por ejemplo, estás estresado o enfermándote).
Una frecuencia cardíaca en reposo constantemente más baja suele ser un signo de buena salud cardiovascular y recuperación, especialmente en atletas o personas muy activas (1). Sin embargo, en personas que no son muy activas, una frecuencia cardíaca en reposo inusualmente baja (normalmente por debajo de 60 lpm) puede indicar bradicardia, una afección que puede causar fatiga, mareos o desmayos (5).
Si notas estos síntomas o no tienes claro si tu frecuencia cardíaca en reposo es saludable para ti, es recomendable que consultes con un profesional de la salud.
¿Qué es la variabilidad de la frecuencia cardíaca?
La variabilidad de la frecuencia cardíaca es la variación en el tiempo entre cada latido del corazón (6). Se mide en milisegundos y refleja el equilibrio de tu sistema nervioso autónomo. Piensa en ello como un tira y afloja entre tu sistema de estrés (simpático) y tu sistema de descanso y recuperación (parasimpático) (6,7).
Una mayor variabilidad de la frecuencia cardíaca suele significar que tu cuerpo se está recuperando bien y adaptándose a su entorno. Una frecuencia más baja puede significar que estás bajo tensión física, emocional u hormonal (2,8). La mayoría de las personas tienen una variabilidad de la frecuencia cardíaca en el rango de 20 a 100 milisegundos, pero a veces puede ser mayor o menor. El valor exacto depende de cómo lo mida tu dispositivo. Algunos utilizan métodos diferentes que producen valores más altos o diferentes. Por lo tanto, en lugar de centrarse en una sola cifra, es más útil hacer un seguimiento de tus propias tendencias a lo largo del tiempo.
La variabilidad de la frecuencia cardíaca también tiende a disminuir con la edad, probablemente debido a cambios en la capacidad de respuesta del sistema nervioso y en la función cardiovascular (9). Por estas razones, tu referencia personal y cómo cambia con el tiempo son más significativas que comparar tu cifra con la de cualquier otra persona.
¿Cómo se mide la frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca?
La frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca se pueden medir mediante un electrocardiograma o un fotopletismograma. La mayoría de las personas miden estos datos biométricos utilizando dispositivos portátiles como anillos inteligentes y relojes o monitores de actividad (10).
Estos dispositivos suelen utilizar datos nocturnos (mientras duermes) para calcular los promedios diarios, ya que el cuerpo está en reposo y los factores externos se reducen (10). Algunas aplicaciones pueden medir la frecuencia cardíaca y la variabilidad utilizando la cámara de tu teléfono inteligente, un sensor o una banda torácica. Puedes medir tu frecuencia cardíaca tomando el pulso, pero los dispositivos ponibles suelen proporcionar datos más consistentes.
Ten en cuenta que los valores de la frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca suelen ser más bajos durante el sueño que cuando estás despierta. Por eso es importante comparar datos similares. Utiliza el mismo método de medición y la misma hora del día para realizar el seguimiento de las tendencias, ya sea una comprobación manual por la mañana o el promedio nocturno de tu dispositivo portátil.
¿Cómo se relacionan la frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca con el ciclo menstrual?
Algunas investigaciones han descubierto que las hormonas influyen en la frecuencia cardíaca y la variabilidad de forma cíclica:
En la fase folicular (la primera mitad del ciclo), el estrógeno aumenta gradualmente. Algunos estudios sugieren que esta fase puede favorecer una mayor actividad parasimpática, lo que conduce a una frecuencia cardíaca en reposo más baja y una mayor variabilidad (6,7,11,12). Sin embargo, no todas las investigaciones coinciden, y el patrón puede variar de una persona a otra (12).
Alrededor de la ovulación, el estrógeno y la hormona luteinizante alcanzan su nivel máximo. Algunas personas experimentan un ligero aumento de la frecuencia cardíaca en reposo y una disminución de la variabilidad de la frecuencia cardíaca en este momento.
En la fase lútea (la segunda mitad del ciclo), la progesterona se vuelve dominante. Algunos estudios asocian esta fase con un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, lo que puede elevar la frecuencia cardíaca en reposo y reducir la variabilidad de la frecuencia cardíaca (6,7,11,12).
Con el inicio de la menstruación, los niveles hormonales disminuyen y tanto la frecuencia cardíaca en reposo como la variabilidad de la frecuencia cardíaca pueden volver a los valores iniciales (6,7,12).
Estas tendencias se han observado tanto en la investigación clínica como en los datos de los dispositivos portátiles. Sin embargo, no todo el mundo experimenta patrones claros, por lo que se necesita más investigación para comprender plenamente las variaciones individuales.
¿Qué afecta a la frecuencia cardíaca en reposo y a la variabilidad de la frecuencia cardíaca?
Estas métricas pueden variar con tu ciclo, pero también influyen muchos otros factores, entre ellos:
Estrés: el estrés físico o emocional tiende a elevar la frecuencia cardíaca en reposo y a reducir la variabilidad de la frecuencia cardíaca (2,6).
Ejercicio y recuperación: los entrenamientos intensos pueden reducir temporalmente la frecuencia cardíaca en reposo y aumentar la variabilidad de la frecuencia cardíaca, y el descanso ayuda a que ambas vuelvan a los valores basales (2,3).
Enfermedad o infección: cuando el cuerpo está luchando contra algo, la frecuencia cardíaca suele aumentar y su variabilidad disminuye (2).
El alcohol y el tabaquismo: ambos pueden afectar al sistema nervioso autónomo (2,14,15). Si se consumen con regularidad, estos efectos pueden influir en tus lecturas de referencia a lo largo del tiempo.
Hidratación y nutrición: la deshidratación o la falta de energía pueden afectar el volumen sanguíneo y el equilibrio electrolítico, lo que puede influir directamente en la función cardiovascular (2-4,8,16).
Medicamentos o tratamientos hormonales: los anticonceptivos, los estimulantes, los antidepresivos y los betabloqueantes pueden influir en estas métricas (17-20).
Edad, estado físico y genética: el estado basal de cada persona es diferente. La variabilidad de la frecuencia cardíaca tiende a disminuir gradualmente con la edad (9). Las personas que están en buena forma física suelen tener una frecuencia cardíaca en reposo más baja y una mayor variabilidad de la frecuencia cardíaca debido a un mejor acondicionamiento cardiovascular y a la flexibilidad del sistema nervioso (6,17). La genética también influye en el establecimiento de tu rango natural (21). Por eso, hacer un seguimiento de tus propios patrones a lo largo del tiempo proporciona información más significativa que comparar tus cifras con las de otras personas.
¿Qué hay de las afecciones menstruales y la fertilidad?
Algunas investigaciones muestran que la variabilidad de la frecuencia cardíaca puede estar relacionada con ciertas afecciones menstruales. Por ejemplo, las personas con síndrome premenstrual (SPM) pueden mostrar mayores cambios en la VFC entre las fases del ciclo, mientras que las que padecen trastorno disfórico premenstrual (TDPM) tienden a tener una variabilidad general más baja (17).
Las personas con síndrome de ovario poliquístico (SOP) suelen tener una variabilidad de la frecuencia cardíaca media más baja, lo que puede reflejar diferencias hormonales o metabólicas (22,23). En algunas personas con problemas de fertilidad, el cambio esperado en la actividad del sistema nervioso durante la fase lútea (segunda mitad del ciclo) parece faltar o reducirse (17).
Un estudio también descubrió que las personas que atravesaban la perimenopausia y tenían una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca experimentaban síntomas físicos y emocionales más intensos, lo que sugiere que los cambios en la función del sistema nervioso pueden afectar a la forma en que se sienten los síntomas durante esta etapa de la vida (24).
Aunque los investigadores han estudiado las diferencias en la variabilidad de la frecuencia cardíaca entre las personas con y sin estas afecciones, todavía no sabemos exactamente cómo cambia la variabilidad de la frecuencia cardíaca a lo largo del ciclo en cada grupo. Se necesita más investigación para comprender si la variabilidad podría ayudar a identificar o monitorear estas afecciones.
Hacer un seguimiento de la variabilidad de la frecuencia cardíaca a lo largo del tiempo podría ayudar a descubrir patrones individuales o señalar alteraciones que vale la pena discutir con un profesional de la salud, pero por ahora, debe considerarse como una parte de un panorama de salud más amplio.
¿Qué pasa si no ves un patrón en tu ciclo?
No todas las personas ven cambios claros en la frecuencia cardíaca en reposo o en la variabilidad del ritmo cardíaco a lo largo de su ciclo, y eso está bien. Las investigaciones han demostrado que existen patrones relacionados con el ciclo en algunas personas, pero otros estudios han encontrado pocos o ningún cambio consistente. Es probable que la intensidad y la visibilidad de estos patrones varíen en función de la fisiología individual, el método de medición y el momento. Puede que simplemente signifique que tus datos aún no han capturado un ciclo completo o que los ritmos hormonales de tu cuerpo son diferentes. No significa necesariamente que haya algún problema.
A continuación, se indican algunas razones por las que los cambios relacionados con el ciclo pueden ser más difíciles de detectar:
Estás utilizando anticonceptivos hormonales, que pueden aplanar las fluctuaciones hormonales (25).
Es posible que no estés ovulando (lo que puede ocurrir con el síndrome de ovario poliquístico o la amenorrea hipotalámica) (22, 23, 26).
Te encuentras en una etapa de la vida con ritmos hormonales diferentes, como el embarazo o la posmenopausia (13, 27).
Tus datos aún se están estabilizando: intenta realizar un seguimiento durante varios ciclos completos para ver si surgen patrones.
Y ten en cuenta que la frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca también se ven influidas por factores como el estrés, el sueño, los viajes, las enfermedades y los cambios en tu rutina diaria (2-4,6,14,15). Por lo tanto, aunque tus métricas no sigan un patrón en tu ciclo, pueden ofrecerte información útil sobre tu salud general.
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¿Por qué hacer un seguimiento de estos datos biométricos?
La frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca te ofrecen una visión objetiva del estado de tu cuerpo. Hacer un seguimiento de ellas puede ayudarte a:
Detectar cambios hormonales y fases del ciclo (si los hay).
Comprender tus patrones de estrés y recuperación.
Detectar los primeros signos de enfermedad o agotamiento.
Ver cómo tu estilo de vida afecta a tu ciclo.
Obtener una visión más completa de tu salud menstrual y general.
La frecuencia cardíaca en reposo y la variabilidad de la frecuencia cardíaca son dos datos biométricos que reflejan el estado de tu cuerpo. Al sincronizarlos con el seguimiento de tu ciclo menstrual, puedes aprender cómo este afecta a todo tu organismo y estar más en sintonía con tu salud, tu recuperación y tus patrones hormonales.
