¿Puede la marihuana ayudarnos a aliviar el dolor menstrual?
A lo largo de nuestra vida, mujeres y personas menstruantes buscamos formas de reducir o eliminar el dolor menstrual, y la solución más común es tomar algún tipo de analgésico de venta libre o recetado por personal médico. Sin embargo, se puede contrarrestar el dolor menstrual con métodos no típicos que pueden ser una alternativa al uso continuado y naturalizado de analgésicos.
El uso de plantas medicinales es una opción para el tratamiento de enfermedades o para prevenir su aparición. De ahí que el consumo de marihuana puede ser una opción para disminuir el dolor menstrual, entendido como “el dolor pélvico crónico de origen ginecológico, que se presenta durante el periodo menstrual, siendo también considerado como calambres, cólicos menstruales o menstruación dolorosa, afectando un gran número de mujeres” (1).
Se ha identificado el uso de la marihuana para tratar el dolor en diferentes lugares del mundo, como en la India y China, antes del inicio de la era cristiana. Según estudios históricos, la introducción de la marihuana a América se da a través del tráfico de esclavos provenientes de África llevados a Brasil que traían consigo esta planta para aliviar el dolor menstrual y de muelas (2).
Marihuana y el dolor menstrual
El nombre científico de la marihuana es Cannabis sativa y pertenece a la especie herbácea de la familia Cannabácea, que tiene propiedades psicoactivas. Los principales compuestos son: Δ9-Tetrahidrocannabinol (9-THC), Δ8-Tetrahidrocannabinol (8-THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN).
De acuerdo con los estudios fisiológicos, se han encontrado en el cuerpo humano receptores cannabinoides (CB1 y CB2) que se relacionan con la regulación de funciones vitales como el dolor (11); estos receptores cannabinoides que se encuentran en el cuerpo humano tienen una alta capacidad de respuesta al ingrediente psicoactivo de la marihuana (THC).
Una recopilación de estudios acerca de las propiedades medicinales de la marihuana demuestra su utilidad en el manejo del:
dolor crónico y de problemas de salud mentales,
en el tratamiento de enfermedades neurológicas, del sistema digestivo y del estado nutricional (3).
Si bien, son pocas las investigaciones realizadas que dan cuenta del impacto de la marihuana para aliviar el dolor menstrual, se podría destacar la investigación realizada en el año 2015 de la University of British Columbia, Vancouver, BC, Canada. Los investigadores preguntaron a una muestra de 192 mujeres si habían usado marihuana para aliviar el dolor menstrual; 170 de ellas respondieron que sí la habían usado y de estas 152 respondieron que sí había ayudado a calmar el dolor menstrual (12). Las participantes dijeron que las formas más comunes de consumo de marihuana fueron fumada y comida .
Otra investigación evidencia que las mujeres usan la marihuana para tratar el dolor menstrual u otro tipo de padecimientos, en el marco de la búsqueda y uso de tratamientos alternativos. Este estudio realizado en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, en una muestra de 40 jóvenes adultos entre 18 y 26 años, indaga sobre el uso medicinal de la marihuana, y expone cómo los acercamientos tempranos a la marihuana permitieron conocer las propiedades medicinales (13). Además, muestra que la relación que establecen los usuarios de marihuana medicinal con los dispensarios -vendedores legales de cannabis- permite ahondar en las propiedades medicinales de esta planta y su relación con la salud de las personas.
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El panorama mundial sobre el uso de la marihuana
A nivel mundial es posible ver una tendencia a favor de la legalización del uso médico de la marihuana. Para el caso de América Latina, son notorias las legislaciones a favor del uso médico en las primeras décadas de este siglo. Pero antes de entrar en detalle acerca de las legislaciones de algunos países de Europa Occidental e Iberoamérica, es importante aclarar los tipos de uso de esta sustancia y conocer los argumentos que suelen justificar su prohibición.
Los usos del cannabis
Se pueden identificar varios tipos de uso del cannabis:
Fines médicos: utilización que beneficia la salud de las personas, ya que calma síntomas de enfermedades o permite su diagnóstico.
Uso científico: una sustancia tiene este fin si se utiliza como herramienta para investigar la incidencia de la sustancia en la salud y de las enfermedades de las personas (3).
Uso recreativo: tiene como fin divertir o complacer a las personas en el ejercicio del libre desarrollo de su personalidad.
La prohibición de la marihuana
En la legislación alrededor del mundo, los criterios más usados para prohibir cualquier tipo de uso del cannabis son:
El carácter psicotrópico del cannabis, que significa la alteración del sistema nervioso central
El carácter adictivo, es decir, la dificultad de controlar su consumo.
Estas medidas, además de criminalizar a los consumidores de marihuana, impactan sobre el desarrollo de la investigación científica porque imponen múltiples barreras, como la ausencia de respaldo económico de parte de instituciones públicas y el reforzamiento de la estigmatización social de este tipo de investigaciones (3).
A nivel mundial, en un breve repaso a nivel mundial por los pactos internacionales de control a sustancias psicoactivas podemos destacar las siguientes convenciones (3):
En 1912 se realiza la Convención Internacional del Opio firmado en la ciudad de La Haya, Países Bajos, incluyó en sus anexos indicaciones para controlar la producción de cannabis.
En 1961, durante la Convención Única de Estupefacientes realizada en Nueva York, Estados Unidos, se prohibió el Cannabis y se estipuló un estricto control al uso médico y científico. Solo a la India se le permitió el uso, religioso y medicinal de la marihuana.
En 1988 los países firmantes de la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas realizada en Viena, Austria, pactaron tipificar como delito penal la realización de cualquier acción que involucrara una sustancia psicotrópica: producción, distribución, venta, posesión, importación y/o exportación. Extrañamente su consumo no fue tipificado como delito.
Con respecto a la última convención, es importante aclarar que los países son autónomos para hacer reformas en relación con este tema, siempre y cuando no disten del marco de las convenciones en las que fueron países firmantes; las anteriores dos convenciones están vigentes (4).
Panorama mundial
Países como Canadá, Estados Unidos y los Países Bajos se destacan por tener políticas recientes abiertas al uso del cannabis. En el caso de Canadá, a partir de 17 octubre de 2018 es permitido su uso recreativo y medicinal (5). En Estados Unidos, más de 20 estados permiten su uso medicinal, y en los Países Bajos desde el 2001 se permite el uso medicinal e investigativo, y bajo un estricto control se permite la venta y consumo de drogas blandas (3).
En el caso de España se permite el uso del cannabis solo bajo prescripción médica; aunque es la droga ilegal más consumida entre jóvenes y jóvenes adultos (6).
En Latinoamérica
Un caso excepcional es Uruguay, que desde 2013 permite el uso de la marihuana con usos recreativos, medicinales, científicos e industriales (7); el caso de Uruguay es un aliciente para los países de la región y para los del resto del mundo por su decidido desarrollo de políticas a favor de los diversos usos de la marihuana.
En Brasil, desde el 2014 se permite el uso medicinal de esta planta y la importación de productos que contengan cannabis; en Argentina desde el 2017, además del uso médico, se permite el uso con fines científicos; en Chile desde 2015 se permite el uso medicinal y científico del Cannabis; en México desde el 2017 se permite el uso del cannabis con fines médicos y científicos, y en Perú también desde 2017 se autoriza con fines médicos y científicos (3).
Por su parte, en Colombia se puede reconocer dos momentos claves sobre el uso de marihuana: primero, en el año de 1994, a través de la sentencia c-221 que permitió el porte de la dosis personal (20 gramos) de cannabis (8). El segundo momento clave fue en el año 2018 cuando el reciente electo presidente Iván Duque expidió un decreto que rechaza el porte de la dosis personal de marihuana, y la policía puede incautarla y destruirla sin importar la cantidad que porte una persona, además se sanciona al portador con una multa (9).
A pesar de este nuevo decreto, en el país se permite el uso médico y científico del Cannabis bajo el control del Estado (10).
Nuevas perspectivas y formas de consumo del cannabis
Las nuevas perspectivas que han surgido frente al uso del cannabis se nutren de la flexibilización de las políticas acerca de su uso y del reconocimiento de los conocimientos populares y tradicionales que dejan ver que su consumo es antiguo y que ha beneficiado la salud de las personas. Por ejemplo, en Colombia, el colectivo Yerbateras usa la marihuana no solo para aliviar el dolor menstrual, sino también como lubricante íntimo (14).
Este colectivo es una propuesta feminista que usa plantas medicinales para beneficiar la salud de mujeres y personas menstruantes. En una entrevista realizada para este artículo, ellas afirman que sus planteamientos se orientan a la promoción y materialización del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos mediante remedios, objetos, ungüentos, brebajes y pócimas, en la vida cotidiana.
La idea de usar marihuana para aliviar el dolor menstrual, dentro del colectivo, surge a partir de investigaciones, recomendaciones y experimentos personales que respaldan los beneficios del cannabis como analgésico, desinflamante, sedante y antiespasmódico; y también como un acto reivindicativo que cuestiona el señalamiento histórico a esta planta:
“La marihuana es una planta de uso ancestral que ha sido estigmatizada, penalizada y desconocida desde la colonia hasta estos tiempos de postmodernidad, por tanto vimos la necesidad de reconectar con su potente poder de sanar, hacerla visible desde lo cotidiano desde un ciclo vital que atraviesa a la mujeres y seres con capacidad de menstruar.” - Colectivo Yerbateras.
El colectivo menciona que las personas son receptivas cuando conocen que trabajan con marihuana, ya que se establece un “diálogo pedagógico para desmitificar las construcciones culturales frente al uso del cannabis”. Además, las personas les manifiestan que mejora la calidad de la salud sexual y ginecológica.
En suma, la autonomía de las personas y las políticas abiertas de algunos países han permitido que se creen nuevas formas de uso, como aceites o supositorios vaginales de marihuana (14), que pueden representar nuevas posibilidades para aliviar el dolor menstrual.
No obstante, otras investigaciones señalan que el uso constante de marihuana puede tener contraindicaciones en la regulación del ciclo menstrual. Un estudio realizado en un grupo de 47 mujeres en edades entre los 17 y 29 años consumidoras habituales de cannabis (por lo menos un año) presentaron alteraciones en la secreción hormonal—estrógenos, progesterona, gonadotropinas, prolactina y testosterona-, que intervienen en la regulación del ciclo menstrual, por lo que presentan ciclos menstruales más frecuentes, en comparación con el grupo de mujeres que no son consumidoras de cannabis (15).
La diversidad de propuestas de consumo y uso de marihuana facilita que se popularice su uso y puede motivar a que se realicen más investigaciones científicas para conocer, desde la complejidad, los efectos de la marihuana en mujeres y personas menstruantes.