¿Es seguro quedar en embarazo durante la pandemia?
Cómo la pandemia de COVID-19 afecta la planificación reproductiva
*Traducción: Carolina Tafur
Publicado originalmente el 29 de abril de 2020.
COVID-19 sigue siendo una enfermedad nueva de la que aprendemos todos los días. Todavía tenemos poca información sobre cómo este virus afecta a las personas embarazadas y sus embarazos. Sabemos que estos han sido tiempos inciertos para la mayoría de las personas. Muchas personas están viviendo su primera pandemia y algunos días, conseguir solo lo más esencial para el hogar puede ser un desafío.
Si estás en embarazo o pensando embarazarte, probablemente te preocupe cómo esta pandemia puede afectar tu embarazo. Es normal sentir miedo y estrés durante este tiempo, ya que comenzar o ampliar una familia trae nuevas inquietudes. Durante los brotes de una pandemia, la recomendación de retrasar los embarazos es un tema complicado, polémico y que depende de muchos factores, y hasta el momento, no se ha hecho (12).
¿Las personas embarazadas tienen un mayor riesgo con COVID-19?
Los cambios fisiológicos del embarazo hacen que las personas en este estado sean más propensas a tener enfermedades respiratorias en general (1). Los cambios que sufren la función cardíaca y pulmonar, así como el sistema inmune, hacen que las personas embarazadas sean más susceptibles a infecciones (1). Si estás en embarazo o esperas estarlo pronto, debes tener más cuidado que el promedio de la gente con el COVID-19.
Las personas embarazadas que tienen síntomas de COVID-19 pueden tener un riesgo mayor de sufrir una enfermedad severa en comparación con las personas que no están en embarazo (2). En este caso, la gravedad está asociada a un mayor número de admisiones a la UCI, uso de ventiladores y la muerte (2). Las personas en embarazo que tienen otros problemas médicos pueden tener un riesgo adicional de desarrollar una enfermedad severa (2). Debido a que el COVID-19 es tan nuevo, se necesitan más investigaciones para saber con precisión cómo este virus afecta a las personas embarazadas.
¿Cómo me puedo proteger durante la pandemia?
Hay algunas medidas que puedes tomar para limitar tu exposición al COVID-19 y optimizar tu salud para tu embarazo. Mantener un plan de visitas prenatales le puede ayudar a tu proveedor de servicios médicos a asegurarse de que tú y tu feto tengan buena salud (2). Lavarte las manos, mantener el distanciamiento social, limitar el contacto con otras personas, usar un tapabocas en el trabajo y en público, así como mantener provisiones en preparación para permanecer en casa, son maneras de reducir el riesgo (2). Si estás en embarazo y tienes síntomas de COVID-19 como fiebre, tos o dificultad respiratoria, debes hacerte una prueba, ya que las personas embarazadas pueden requerir un mayor nivel de cuidado (3).
Si estás intentando quedar en embarazo, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) recomienda recibir la vacuna contra la influenza (4). El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG) recomienda que cualquier persona que esté planeando estar en embarazo durante la temporada de gripe, reciba la vacuna contra la influenza (5) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las personas embarazadas tienen prioridad para recibir esta vacuna (6). Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) recomiendan que cada persona mayor de 6 meses reciba la vacuna contra la influenza en cada temporada de gripe (7).
¿Qué puede pasar si estoy en embarazo y me da COVID-19?
Los síntomas de COVID-19 que presentan las personas en estado de embarazo hasta el momento parecen ser similares a los de las personas que no están embarazadas. Estos incluyen fiebre, dificultad para respirar y tos (aunque algunas personas no manifiestan síntomas) (1). Esto puede generar confusión en algunas personas embarazadas ya que la dificultad para respirar puede ser un síntoma fisiológico normal del embarazo (1). Si tienes problemas para respirar estando en reposo o algún otro signo que cause alarma, como dolor o presión en el pecho, desorientación, dificultad para permanecer en vigilia, o labios y rostro morados, busca ayuda inmediatamente (8).
No hay evidencia concluyente de que el virus del COVID-19 pueda transmitirse de la madre al feto a través de la placenta (transmisión vertical) (1). Hasta ahora, el efecto colateral más común asociado a un embarazo con COVID-19 ha sido el parto prematuro (1). Algunos bebés han nacido con un problema llamado restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) (1), lo cual quiere decir que no crecieron lo esperado para su edad gestacional o la datación del embarazo. Hasta la fecha ha habido un pequeño porcentaje (2%) de abortos espontáneos (1). Estos resultados pueden variar dependiendo del momento del embarazo en que la persona contrae COVID-19 y aún se necesita más investigación, especialmente, sobre la infección con COVID-19 en embarazos tempranos.
Si das a luz cuando tienes un diagnóstico positivo para COVID-19, no es necesario que te hagas una cesárea, a menos que tu médico indique lo contrario (3). Después del nacimiento de tu bebé, el ACOG no recomienda separar a los padres de los recién nacidos (2). Mantener a padres y bebés juntos después del nacimiento promueve la formación de vínculos y puede contribuir a un proceso de amamantamiento más exitoso (2). Además, el amamantamiento protege a los infantes de infecciones y promueve su salud y desarrollo (9).
Hasta el momento la investigación sugiere que el riesgo de infección para un recién nacido no es más bajo cuando se lo separa de una madre con un diagnóstico positivo de COVID-19 (2). Hay algunas circunstancias en las que los padres y los infantes pueden permanecer separados, por ejemplo si así lo decide uno de los padres o si sus síntomas son severos y le impiden cuidar al bebé (2). Si por algún motivo un infante es separado de sus padres, el ACOG indica que esta decisión debe tomarse de común acuerdo entre un profesional de la salud y los padres, y que debe tratarse de una decisión informada, sin coerción (2). El ACOG también incentiva el amamantamiento y recomienda que la persona que amamante use un tapabocas mientras lo hace (2). Extraer tu leche y dejar que otra persona de tu familia que tenga un diagnóstico negativo para COVID-19 alimente a tu bebé también es una opción.
¿Es seguro quedar en embarazo después de un diagnóstico de COVID-19?
Hasta el momento, la respuesta es sí, de acuerdo con la ASRM. Pero recuerda que la infección con COVID-19 puede durar semanas (10), y estar en el primer trimestre de tu embarazo al mismo tiempo que te recuperas del COVID-19 no es óptimo. La ASRM recomienda que puedes comenzar a intentar quedar en embarazo 10 días después del inicio de tus síntomas o después de la prueba de COVID-19 (10). Consulta con un profesional de la salud si tus síntomas de COVID-19 persisten.
¿Cómo afecta el COVID-19 los ciclos de fertilidad?
Si estás buscando un tratamiento de fertilidad para quedar en embarazo, probablemente no lo consideres opcional y has tenido que tomar decisiones difíciles durante esta pandemia. A partir del 17 de noviembre de 2020, la ASRM autorizó la reanudación de los servicios de salud reproductiva, con profesionales que siguen estrictas guías de higiene, incluyendo el uso de tapabocas, lavado de manos y consultas médicas virtuales cuando son adecuadas (11).
Qué debes hacer si estás intentando quedar en embarazo durante el coronavirus
Un embarazo es una decisión personal. Siempre hay factores ambientales y psicológicos que contribuyen al deseo de una persona de comenzar una familia. Logicamente, el coronavirus puede hacer que la decisión de concebir, o no, sea extremadamente difícil. Esta pandemia también puede obligar a algunas personas a cambiar sus planes reproductivos sin su consentimiento.
Durante este tiempo de incertidumbre, el mejor consejo para guiar tus planes reproductivos proviene de tu equipo de proveedores de servicios de salud reproductiva. Aunque tus planes de concepción pueden cambiar temporalmente debido al coronavirus, los proveedores de servicios de salud reproductiva están monitoreando de cerca la situación y trabajarán para hacer posible que tus planes se mantengan en la medida de lo posible. Entretanto, si esperas poder quedar en embarazo, sigue con una dieta balanceada y tomando vitaminas prenatales con ácido fólico.
Si tanto tu como tu embarazo están sanos, ejercitarse durante el embarazo es seguro y tiene beneficios como la reducción del dolor de espalda y del estreñimiento e otros resultados intensos para el embarazo (12). El yoga en particular puede ser beneficioso para reducir la ansiedad durante el embarazo (13) y puede adaptarse especialmente bien a los cuerpos en embarazo (12). También puede ser útil equilibrar los períodos estresantes con el descanso y la relajación. La investigación científica sugiere que la meditación también puede reducir el estrés (14).
Continúa registrando tu ciclo, síntomas y actividad sexual en Clue, y te mantendremos al tanto de la situación.
*Si estás experimentando violencia doméstica y te encuentras en uno de los países listados a continuación, llama a una línea de atención para mayor información y ayuda. Si tu país no está en la lista, busca un punto de ayuda cercano a tu ubicación en línea.
ARGENTINA
Línea de emergencia - Teléfono 911
Atención a mujeres - Línea 144 (linea144@mingeneros.gob.ar / app)
Centros de atención para mujeres (mapa)
CHILE
Línea de emergencia: Teléfono 131
Ministerio de la Mujer y Equidad de Género: Teléfono 1455
Chile Atende - Denuncia de violencia intrafamiliar y acogida a víctimas
COLOMBIA
Línea de emergencia - Teléfono 123
Orientación Psicosocial y Jurídica - Teléfono 155
Línea Fiscalía General de la Nación - Teléfono 122 y chat online
ESPAÑA
Línea de emergencia - Teléfono 112
Guardia Civil (informaciones) - Teléfono 062
Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades - Teléfonos 016 y 900 191 010
MÉXICO
Línea de emergencia - Teléfono 911
Línea Mujer del Consejo Ciudadano (Chat de Confianza) - Teléfono y WhatsApp 55 5533 5533
Atención a Mujeres en Situación de Violencia - Teléfono 01 800 10 84 053