La meditación, el estrés y el ciclo menstrual
*Traducción: Kenny Rafael Delgado Arismendi
Cosas importantes a saber:
La práctica de la meditación puede promover cambios tanto mentales como físicos en todo el cuerpo
La meditación puede mejorar los síntomas de salud mental relacionados con el estrés, como la ansiedad y la depresión
La meditación puede mejorar los síntomas emocionales y físicos del síndrome premenstrual
¿Qué es la meditación?
La meditación es una práctica cuerpo-mente que implica la atención intencionada que se dedica a un pensamiento, un momento, un estado o una experiencia. Los diferentes tipos de meditación incluyen el yoga, la meditación de atención plena, Qi Gong, ejercicios de respiración, meditaciones guiadas y muchas otras formas. La meditación cultiva una conciencia no crítica del estado físico y emocional actual del practicante.
Por qué hacer un seguimiento de la meditación?
La práctica de la meditación ha sido científicamente probada en la promoción de cambios tanto mentales como físicos en todo el cuerpo (1). Hay pruebas de que las personas que meditan experimentan mejoras en los síntomas de salud mental relacionados con el estrés, como la disminución de los sentimientos de ansiedad y depresión (1).
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Los altos niveles de estrés diario percibido -definido como los desafíos que las personas consideran que gravan, o exceden su capacidad para afrontarlos- están asociados con niveles más bajos de estrógeno, hormona luteinizante (HL) y progesterona, y con niveles más altos de hormona folículo estimulante (HFE) (2). Los altos niveles de estrés diario se asociaron también con el aumento de las tasas de anovulación (un ciclo menstrual en el que no se libera un óvulo) (2). Sin embargo, incluso con estos cambios hormonales, los altos niveles de estrés diario no se asociaron con los cambios en la duración del ciclo menstrual y la pérdida de sangre durante la menstruación (2).
También se ha demostrado que el estrés repercute en la fertilidad (3). En un estudio, al aumentar la alfa-amilasa (indicador del estrés psicosocial percibido), las posibilidades de concepción disminuyeron (3).
La dismenorrea (dolor durante la menstruación) también puede estar influenciada por el estrés. Las mujeres bajo mucho estrés pueden tener el doble de probabilidades de tener dismenorrea (4). Específicamente, la investigación encontró que los altos niveles de estrés durante la fase folicular (la primera mitad de su ciclo) del mes anterior tenían una mayor asociación con la dismenorrea que en otros momentos del ciclo (4). Estas asociaciones eran más fuertes para las mujeres que tenían un historial de dismenorrea (4). El estrés está asociado con muchos más aspectos del ciclo menstrual, puedes leer más sobre el estrés y el ciclo aquí.
También se ha demostrado que el "mindfulness" influye en las actitudes sobre la menstruación y la gravedad de los síntomas del síndrome premenstrual (SPM) (5). Se ha demostrado que la meditación mejora los síntomas físicos y emocionales del SPM, especialmente en personas con SPM grave. Incluso cuando se compara con prácticas silenciosas similares como la lectura por placer, la meditación produce más alivio de los síntomas (6).
La meditación también puede mejorar ciertos síntomas físicos premenstruales, como el dolor y la retención de agua, y síntomas menopáusicos como los sofocos y los sudores nocturnos (7).
La meditación es una práctica de bajo riesgo, económico y beneficioso que podría mejorar los síntomas del síndrome premenstrual y reducir el estrés.
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