Menstruación y discapacidades
Las mujeres y las personas menstruantes discapacitadas enfrentan barreras para la gestión de la menstruación y los cuidados que implica
*Traducción: María Fernanda Ojeda
Cosas importantes a saber:
La mayoría de las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas tienen periodos
Las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas enfrentan barreras que dificultan el acceso a baños o a productos para el periodo. También pueden sentirse estigmatizadas y avergonzadas.
Los productos nuevos para el periodo diseñados para personas discapacitadas, incluyendo las aplicaciones para el seguimiento del periodo como Clue, pueden mejorar sus experiencias.
La forma en cada que cada mujer y persona menstruante vive el periodo es diferente. La experiencia cambia de persona a persona. Cuando pensamos en estas vivencias y cómo hacen sentir a las personas, solemos pensar exclusivamente en personas no discapacitadas, y dejamos de lado las experiencias de las personas discapacitadas con el periodo.
La mayoría de las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas tienen sistemas reproductivos funcionales. Experimentan los cambios en el ciclo menstrual igual o parecido a las personas no discapacitadas. Pero hay una gran diferencia. Tener el periodo puede ser física y emocionalmente difícil para las personas discapacitadas debido a las barreras que enfrentan como la falta de acceso a un baño o a un lavamanos y el acceso restringido o nulo a productos para el periodo o para aliviar el dolor.
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Concientizar sobre la discapacidad y el periodo puede ayudar a reducir el estigma y a animar a las personas discapacitadas y a sus cuidadores a buscar ayuda si la necesitan.
En este artículo se explicarán los recursos educativos, información y productos para el periodo que tienen en cuenta a las personas discapacitadas. Además, se expone cómo eliminar el tabú sobre este tema ayudará a las personas discapacitadas a tener mejores experiencias con su periodo.
Cuando se habla sobre discapacidad algunas personas prefieren usar el lenguaje que hace énfasis en la identidad puesto que la discapacidad no se separa de lo que son (1). De esta manera, se utiliza el término “autista” en vez de “persona con autismo”. En Clue hemos decidido seguir el ejemplo de las comunidades de personas discapacitadas que usan el lenguaje que hace énfasis en la identidad. Usamos este lenguaje en nuestro sitio web y en este articulo porque permite a las personas abrazar su identidad en relación con su discapacidad y celebrar que pertenecen a un grupo diverso.
Otra forma de hablar sobre la discapacidad es usar el lenguaje que hace énfasis en la persona (1). Algunas personas prefieren usar el lenguaje que hace énfasis en la persona cuando hablan de su discapacidad, tal como “persona con discapacidad”, ya que así se resalta la persona antes que su diagnóstico.
¿Qué es una discapacidad?
Puedes encontrar diferentes definiciones de esta palabra dependiendo a quién le preguntes. Esto se debe a que hay diferentes “modelos” para describir la discapacidad. El ideario de Clue se adhiere al llamado “modelo social de la discapacidad”.
El modelo social de la discapacidad establece que una persona es discapacitada porque el entorno y la sociedad le dificultan su desenvolvimiento, más que por la limitación en sí misma (2). Por ejemplo, una persona que usa silla de ruedas es discapacitada porque un edificio no tiene acceso para ella. La inexistencia de acceso adecuado le impide entrar al edificio, no el hecho de que este usando silla de ruedas.
El modelo social de la discapacidad pone el énfasis en las barreras impuestas por la sociedad a las personas discapacitadas. Otras barreras pueden ser: uso de luces intermitentes que desencadenan episodios de epilepsia, ausencia de intérpretes de lenguaje de señas para personas sordas y falta de políticas de asistencia escolar para personas con fatiga crónica.
También, este modelo reconoce que una discapacidad puede tener un impacto significativo en la vida de las personas. Vivir con un dolor crónico puede dificultar el movimiento en la vida diaria y los síntomas como el malestar luego de un gran esfuerzo puede hacer difícil la participación en varias actividades por más accesibles que sean.
Los retos que enfrentan las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas
En la comunidad de personas discapacitadas pueden variar las experiencias alrededor de la menstruación. Sin embargo, existen desafíos similares que las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas enfrentan:
1. La falta de acceso a baños para personas discapacitadas
Muchos baños son inaccesibles para las personas que usan silla de ruedas. Debido a esto, se ven obligadas a cambiar sus productos para el periodo fuera de los puestos de baño, en lugares sin privacidad o sin agua corriente (3). Hay áreas donde el suministro de agua es limitado por lo que las personas discapacitadas se ven obligadas a reusar los productos menstruales o no pueden lavarse las manos lo que incrementa el riesgo de infección (4).
2. La falta de acceso a educación sobre el periodo para personas discapacitadas
A menudo, los tabúes universales culturales hacen que las personas menstruantes no reciban educación suficiente sobre el periodo. Y cuando reciben educación sobre la menstruación es raro que se aborde el tema para personas discapacitadas. Esto puede ocurrir porque prevalecen mitos sobre las personas discapacitadas, como que tienen sistemas reproductivos diferentes o no menstrúan (5).
Además, puede ser difícil acceder o entender la educación menstrual para personas discapacitadas. Esto puede ocurrir por ausencia de intérpretes de lenguaje de señas para personas sordas y con problemas de audición, falta de preparación de las educadores/as para trabajar con personas discapacitadas e inadecuación del material educativo para personas discapacitadas intelectualmente (3,5). Algunas personas discapacitadas que dependen de su familia o de sus cuidadores pueden estar en desventaja si estos últimos no reciben educación sobre el periodo (3,5).
Las menstruación puede ser estresante y difícil para ambas personas, tanto para la persona discapacitada como para su cuidador. Los mensajes culturales sobre la imposibilidad e inadecuación de las personas discapacitadas de ser padres/madres o seres sexuales puede complicar la forma cómo los cuidadores perciben a la persona discapacitada y cómo debe ser su cuidado (6). Algunos tutores no ven los beneficios de que una persona discapacitada tenga el periodo y pueden solicitar el procedimiento de esterilización (7). La mayoría de estos casos ocurren en personas discapacitadas intelectualmente (7). La esterilización no es ética cuando las personas discapacitadas no consienten este procedimiento. European Disability Forum (El Foro Europeo de la Discapacidad, en español), una organización que lucha por los derechos de las personas discapacitadas, denuncia que la esterilización de la personas discapacitadas (8) va en contra de los derechos humanos.
3. La vergüenza y la estigmatización alrededor de la discapacidad y el periodo
La mayoría de la personas no discapacitadas dan por sentado la habilidad de cambiar un tampón. Pero una persona discapacitada no puede hacerlo por sí misma. A las personas se les suele dificultar pedir ayuda, aún más cuando se trata de pedir ayuda con algo relacionado al periodo porque puede parecer desagradable o embarazoso. Los estudios sugieren que las personas discapacitadas tienden a cambiar sus productos para el periodo con menos frecuencia de lo recomendado o evitan usar ciertos productos, como la copa menstrual, porque puede considerarlos difíciles de usar (9).
4. Problemas prácticos que enfrentan las personas discapacitadas
Para las personas discapacitadas existen obstáculos para tener un periodo digno y cómodo. Los productos para el periodo rara vez son hechos teniéndolas en cuenta. Estos pueden ser difíciles de usar para personas con movilidad reducida, rigidez muscular, con algún tipo de condición de dolor o problemas sensoriales.
Las toallas higiénicas pueden causar problemas relacionados con los sentidos para autistas por la sensación al tacto que resultaría incómodo. Para insertar tampones o la copa menstrual es necesario usar los brazos, las manos y los dedos. Y esto no es siempre una opción para algunas personas discapacitadas.
También puede ser difícil usar productos para el periodo junto con otro equipamiento médico. Las personas que usan silla de ruedas a menudo están sentadas todo el día, una posición que puede hacer que las toallas higiénicas se deslicen. Las personas que usan catéter urinario pueden tener problemas con ciertos productos que no absorben los escapes del catéter (4).
Algunas condiciones crónicas pueden ser más intensas en la fase lútea y durante la menstruación. Esto puede ocurrir porque la inflamación es mayor en estas fases y se reduce en la fase lútea temprana y media (10). Un aumento de sustancias similares a las hormonas como las prostaglandinas puede ser causantes de la inflamación (10). A menudo, las migrañas, las convulsiones, los episodios de epilepsia y el síndrome de Ehlers Danlos son más frecuentes durante la menstruación (11,12,13).
5. Los costos del periodo para personas discapacitadas
Aproximadamente en todo el mundo 500 millones de mujeres y personas menstruantes viven en la pobreza del periodo, esto significa que no pueden pagar productos para un tener un periodo seguro y acceder a servicios de salud reproductiva (14). Las personas discapacitadas tienen estadísticamente más probabilidades de vivir en la pobreza o tener ingresos bajos. Esta situación conlleva a que no puedan cubrir las necesidades para gestionar la menstruación con productos para el periodo y agua. Una situación que puede aumentar la discriminación en contra de las mujeres y niñas discapacitadas (4). Los productos para el periodo no son baratos y muchas personas no pueden pagarlos, por lo que recurren a otro tipo de objetos para absorber la sangre menstrual, como cortezas de árbol, papel o tela (15).
Algunas personas discapacitadas tienen costos adicionales relacionados con tratamientos para el dolor, como medicamentos, terapias y cirugías. Tener estos gastos e ingresos bajos puede hacer que los productos del periodo comunes sean menos accesibles. Tener productos para el periodo especializados o adecuados para personas discapacitadas puede ser muy costoso si se tienen ingresos bajos.
¿Cómo pueden las personas discapacitadas gestionar sus periodos?
Las empresas están empezando a tener en cuenta a las personas discapacitadas para desarrollar nuevos productos para el periodo. Puedes encontrar diferentes estrategias útiles dependiendo de tu discapacidad:
1. Seguimiento del periodo para personas discapacitadas
Hacer seguimiento de tu ciclo puede ayudar a predecir tu periodo. Las aplicaciones para el seguimiento del periodo como Clue hacen que esto sea más sencillo. Hacer seguimiento del periodo es útil para ayudar a las personas discapacitadas a comprender mejor su discapacidad en relación con su ciclo y su propio periodo, y ayudarles a planificar alrededor del ciclo. Para algunas personas con epilepsia, las convulsiones pueden estar relacionadas con el ciclo menstrual (12), de este modo, hacer seguimiento puede ayudarlas a ser más conscientes de este riesgo.
2. Productos innovadores para personas discapacitadas
El desarrollo de nuevos productos para el periodo está ayudando a mujeres discapacitadas y a personas menstruantes discapacitadas. La copa menstrual puede ser usada por alrededor de 12 horas, retiene más sangre del periodo que los tampones y tiene menor riesgo de síndrome de shock tóxico, por lo que es seguro cambiarla con menos frecuencia (15). La Flex Cup es una copa menstrual diseñada especialmente para personas discapacitadas y tiene un tallo especial para quitarla fácilmente.
La ropa interior para el periodo es una alternativa favorable a las toallas higiénicas desechables. Este tipo de productos puede ser útil para personas que son sensibles a las toallas higiénicas desechables o les puede brindar apoyo extra en caso de fugas cuando usan tampones o la copa menstrual. Modi-bodi es una marca que vende ropa interior para el periodo y recientemente a lanzó su colección de lujo. Esta colección incluye ropa interior que en cada costado tiene broches que hacen que sea más accesible para algunas personas discapacitadas.
3. Buscar servicios de salud como persona discapacitada
¿Eres una persona discapacitada y estás preocupada por tu periodo? Consulta con tu proveedor de servicios de salud. Ya que puede diagnosticar, manejar y tratar condiciones de salud reproductivas. Abogar por ti misma con un proveedor de servicios de salud puede ser más fácil si llevas escritas tus necesidades antes de llegar.
4. Educación sobre discapacidades y el periodo
La comunidad virtual de personas discapacitadas está revolucionando la educación para personas menstruantes discapacitadas y para las personas que las cuidan. Estas comunidades brindan información útil y accesible en las plataformas de redes sociales. Estos grupos activos de apoyo ofrecen espacios para compartir consejos útiles y hacer preguntas sensibles. Muchas personas discapacitadas comparten sus experiencias en plataformas como Instagram y Youtube. En estos espacios hablan personas discapacitadas que conocen de primera mano las experiencias sobre el periodo y discapacidad. Algunos ejemplos de estas voces valientes son Molly Burke, Robyn Steward y Melissa Blake (en inglés).
Los sitios web enfocados en la discapacidad, como la MS Society de UK (Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple de Reina Unido, en español), brindan información completa sobre cómo las personas discapacitadas gestionan sus periodos. También hay disponibles recursos educativos en sitios web como The Mighty o publicaciones en blogs que hacen diferentes marcas relacionadas con el periodo como Wuka.
¿Cómo la gestión del periodo puede ser más inclusiva?
Las mujeres discapacitadas y personas menstruantes discapacitadas enfrentan barreras para manejar adecuadamente sus periodos. Cambiar actitudes tanto hacia el periodo como hacia las discapacidades puede mejorar la vida de las personas menstruantes discapacitadas en el mundo. De alguna forma, la experiencia alrededor del periodo ha mejorado para algunas personas discapacitadas en los últimos años. Los tabúes de la menstruación están cambiando, los productos para el periodo son creados teniendo en cuenta a las personas discapacitadas y hay información útil disponible en sitios web. Estas tendencias solo pueden ser buenas noticias para las personas discapacitadas que menstrúan.
Para las personas no discapacitadas que quieren hacer la gestión de la menstruación más inclusiva pueden pedir a su empleador que ofrezca una variedad de productos para la menstruación, de manera que habrá opciones para todas las personas empleadas. Si estás organizando un evento, asegúrate de que los lavamanos y baños sean accesibles para tanta diversidad de habilidades como sea posible. Todavía queda mucho trabajo por hacer para reducir las barreras para las personas discapacitadas. Como persona no discapacitada, puedes usar tu posición para apoyar las voces de las personas discapacitadas. Así, las personas que experimentan estos obstáculos pueden decirte qué cambios son necesarios.
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